Es tiempo de bosques y ciudades

En otoño los Bosques de Galicia se tiñen de ocre al tiempo que los cielos nos ofrecen algunos de los mejores atardeceres, con una paleta imposible de colores entre el amarillo y el rojo. Durante este tiempo será una de las mejores épocas para disfrutar del senderismo que en nuestro territorio tiene grandes adeptos. Y no es para menos porque solo caminando descubrimos la belleza de espacios como el Bidueiral de Montederramo, en Ourense; el de Xares, en Pena Trevinca, incluido en el Catálogo galego de árbores senlleiras, que protege ejemplares y bosques considerados reliquias botánicas de alto valor científico, cultural, didáctico, paisajístico u ornamental pasando por el Teixedal de Casaio o el Souto de Rozavales, en Manzaneda, sin olvidar otros que nos invitan a un paseo más cómodo como el Souto da Retorta, en Lugo o la Fraga de Catasós, en Lalín. También es un gran momento para descubrir formaciones boscosas únicas como el bosque de laureles de Cortegada o el bosque de secuoyas de Poio, en Pontevedra.

 

En muchos de estos espacios podremos disfrutar no solo de la belleza del entorno o la singularidad de alguno de sus ejemplares, como el Abuelo de Chavín, sino también de su riqueza medioambiental. Y es que, con las primeras lluvias, será el momento de sumergirse en la micología y descubrir, junto a los expertos, uno de los frutos más poco conocido de nuestros bosques, las setas, que nos invitan a mirar bien donde ponemos los pies. Son comunes las macrolepiotas, especialmente las conocidas como cerrotes, con gran valor culinario, y un gran número de boletus, sobre todo el edulis, aunque no faltan en nuestros bosques otras especies muy apreciadas como los cantarelos o la coliflor de monte. Una buena recomendación a tener en cuenta es solo recolectar y consumir aquellos que conocemos a la perfección y si tenemos dudas, mejor consultar siempre a un experto o evitar su consumo. La máxima más vale prevenir que curar es de aplicación en estos casos ya que todos los años se producen intoxicaciones (e incluso muertes) como consecuencia del consumo de setas tóxicas.

 

Observación de aves

Pero el otoño gallego no es solo para mirar hacia abajo, también es una buena época para la observación de aves ya que, a medida que llega el frío, son muchas las especies que migran hacia lugares más cálidos para pasar el invierno. Los humedales son los espacios de mayor concentración de especies por lo que será en el litoral gallegos donde podamos hacer las mejores observaciones: A Guarda, O Grove, la Lagoa de Xarfas y la marisma de A Berberecheira en Louro y Carnota respectivamente, el estuario del Río Anllóns en la Costa da Morte, Baldaio, la Ría do Burgo, la Lagoa de Valdoviño en Ferrolterra, la Ría de Ortigueira, y las de Ribadeo y Foz serán puntos perfectos para realizar nuestras observaciones. Allí podremos ver correlimos comunes, los chorlitejos grandes, los chorlitos grises, las agujas colinegras o los zarapitos reales, además de garzas reales y garcetas comunes o cormoranes grandes.


Sea para disfrutar del monte o del litoral, de la setas, de los árboles o de las aves, una buena recomendación será echarle un vistazo a la plataforma Galicia Turismo Rural y disfrutar de alguna de sus experiencias, pensadas para esta época del año ya que nos permitirán descubrir infinidad de actividades para disfrutar del rural gallego en alojamientos en las cuatro provincias.

 

Vuelve la programación cultural

Pero incluso si lo nuestro no es el contacto con la naturaleza también estaremos de enhorabuena este mes puesto que la entrada del otoño reactiva la programación cultural y las actividades en las ciudades. Al tiempo en las últimas fiestas y celebraciones se despiden con eventos como la Festa do Marisco do Grove, la propuesta de actividades gira en las ciudades hacia el cine, el teatro, los cuentacuentos o la música, con propuestas como el Outono Códax Festival, en Santiago de Compostela, que arranca en octubre y que no dejará de ofrecer propuestas musicales hasta finalizar el año, o el Festival Internacional de Teatro de Ourense (FITO), que reúne a destacadas compañías de teatro tanto nacionales como internacionales con espectáculos de primer nivel, sin olvidar que las salas y museos se llenan de exposiciones y el turismo cultural vuelve a ganar peso a medida que las terrazas se van contrayendo hasta casi desaparecer de nuestras aceras.

 

En definitiva es un buen momento para seguir disfrutando de la diversidad de nuestro territorio, de sus recursos naturales y de las propuestas experienciales pensadas para poder seguir presumiendo de Galicia.