¿Son los enofestivales el 2.0 de las romerías populares?

 ¿Qué entendemos por un enofestival? Se trata de una unión entre festivales musicales y propuestas enológicas a las que se añaden algunos otros elementos para resultar más atrayentes como food trucks, actividades complementarias o elección de entornos especialmente atractivos.

 Ejemplos tenemos varios, repartidos por la geografía gallega:

 

Ribeiro Son de Viño, en O Grove

Por quinto año consecutivo la Denominación de Origen Ribeiro vuelve a apostar por el entorno del Náutico de San Vicente do Mar, en O Grove, para combinar la degustación de los vinos de algunas de sus bodegas al ritmo de las actuaciones de O Sonoro Maxín, Esteban y Manuel, Marem Ladson, Bifannah, Pardo y Baiuca que conformaron el cartel de este año.

 

17ª Festival Ribeira Sacra

La segunda edición de este festival apostó por un original desdoblamiento de actuaciones y entorno. Con el objetivo de ofrecer a sus participantes una experiencia más completa y amplia de lo que es la Ribeira Sacra, el festival se dividió en dos fines de semana, uno centrado en el paisaje y otro en el patrimonio, lo que permitió recorrer la Ribeira Sacra del Miño y del Sil, participar en actividades paralelas como catas y rutas guiadas e incluso disfrutar de conciertos a bordo de barcos, en bodegas o en paradores.


Ribeiro Blues Wine, en Castrelo do Miño

Este festival que se celebra a orillas del lago de Castrelo de Miño llega este año también a su quinta edición con Raimundo Amador como estrella invitada al que se suman una serie de artistas que se dan cita en un festival que se consolida plenamente en el calendario de enofestivales con las bodegas y los colleiteiros de la Denominación de Origen Ribeiro como protagonistas.

 

Enofestival de Ourense

El último en el calendario de enofestivales de este año será el que acogerá la capital de las Burgas en septiembre, cuando se celebrará la cuarta edición de este festival que también tiene su protagonista en los vinos del Ribeiro. El Festival Pop-Rock llega a su cuarta edición con la música en directo y el un mágico entorno en la ciudad de Ourense.

 

Todos ellos suponen una evolución de la tradicional romería de exaltación de un producto, ofreciendo una alternativa de ocio que, además, consigue atraer a la cultura del vino a un público joven que había abandonado su consumo en favor de la cerveza y los destilados.

 

No es que sea una fórmula novedosa, pues en el resto de España ya hace algunos años que se lleva aplicando con notable éxito desde la puesta en marcha del Enofestival en Madrid en 2012 pero sí está demostrando que el vino y la música en directo hacen un maridaje único que funciona.

Y funciona gracias también a la combinación de otros elementos cruciales en la fórmula del éxito: la elección del entorno (playas, monumentos, entornos naturales singulares...), la inclusión del elemento gastronómico (food trucks, cocina en miniatura, participación de cocineros reconocidos...) y las actividades paralelas (rutas guiadas, talleres, catas...). Se trata, en general de festivales no demasiado concurridos, y esa es una de sus virtudes, donde se crea un vínculo con sus participantes en escenarios pequeños que dan lugar a actuaciones más íntimas.

Es por ello que se suelen apostar por intérpretes y bandas independientes, puesto que los protagonistas siguen siendo los vinos y su entorno. Si, además, contribuye el buen tiempo, el éxito del festival está prácticamente asegurado y de ahí que la mayoría de ellos se concentren en los meses estivales o, como muy tarde, a comienzos de septiembre.

Todo estos elementos añadidos a la cotelera consiguen crear una forma de turismo experiencial, de cercanía y de calidad, respetuoso con el entorno que supone una opción de ocio perfecta, que contribuye, aemás a la puesta en valor del territorio en el que se realiza y que nos permite seguir presumiendo de paisajes, de cultura y, por supuesto, de vinos.

 

Y tú, ¿has participado en alguno de estos nuevos festivales del vino? Si es así, ¿a qué esperas para presumir de ello?